CONTRATO AMBIENTAL

El 20 de Abril de este año, estalló la plataforma petrolera Deepwater Horizon, y se hundió en el mar, en las cercanías a las costas mexicana y estadounidense. La plataforma pertenece a la empresa Transocean Ltd. y estaba gestionada por la compañía petrolera British Petroleum (BP), la cual extraía el petróleo. Tenía una superficie de 132 metros de largo por 85 de ancho y podía perforar a una profundidad de más de ocho kilómetros.

Las causas del desastre todavía no se conocen, pero ya afirmaron que produjo el fallecimiento de 11 trabajadores.

El 15 de Julio último, los equipos lograron, luego de 87 días de comenzada la catástrofe, cerrar el flujo de crudo al agua, que durante ese lapso, llegó a arrojar aproximadamente diez millones de litros diarios.

El mundo considera este episodio como uno de los peores en la historia de índole ambiental, por la cantidad de petróleo derramado, la contaminación atroz que genera y sus consecuencias inimaginables. Los derrames de petróleo son una de las causas más frecuentes de contaminación del agua oceánica. Los derrames ocasionan gran mortandad de aves acuáticas, peces y otros seres vivos de los océanos. Esto altera el equilibrio del ecosistema y modifica la cadena trófica. En las zonas afectadas, se vuelven imposibles la pesca, la navegación y el aprovechamiento de las playas con fines recreativos.

La empresa inglesa aseguró que lograron cerrar las válvulas a través de la colocación de una campana y cesó el derrame, en forma temporaria. Lo único que queda por hacer es esperar a que el conjunto de válvulas responda bien a la enorme presión y mantener cerrado de forma definitiva el pozo.

Los responsables aseguraron que si el sistema da resultado, y la campana puede entrar en funcionamiento, se conectaría mediante tuberías a barcos de carga en la superficie. En tanto, el sistema tendría capacidad para trasvasar hasta 80.000 barriles diarios, una cantidad superior a la que sale del pozo averiado. Se calcula que en la actualidad fluyen del pozo entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo diarios.

Por lo tanto, la explotación sería aún mayor que la que se realizaba previo al desastre.

El petróleo es un recurso natural de los considerados no renovables y se asegura que su agotamiento va a acercarse cada vez más, mientras los yacimientos sean explotados en forma irracional, teniendo en cuenta siempre los intereses económicos que genera a nivel mundial.