CONTRATO AMBIENTAL

El nombre de este medio responde a la forma en que cada uno debe afrontar esta responsabilidad. El ambiente es de todos, y por eso sus problemas afectan a todos. Cada uno de los individuos debe involucrarse en esta problemática de índole mundial, de tal manera que se obliguen conscientemente con la protección y conservación.

Debe representar un contrato entre cada persona con la naturaleza. Cada suceso nuevo en el planeta debe lograr un compromiso aún mayor, día a día, para comenzar a cambiar el rumbo de este problema. Terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, huracanes, incendios, entre otros fenómenos suceden con cada vez mayor frecuencia.

Se debe iniciar este camino desde el detalle más pequeño hasta llegar a lograr una consciencia universal tal que en forma progresiva vaya abarcando problemas cada vez más relevantes.

La consciencia es la base de toda acción contra una problemática. Principalmente ante una de semejante magnitud mundial. Con la acción de cada uno se puede llegar a alcanzar una gestión política, siempre necesaria para conseguir que el movimiento logre recepción en el poder político de turno.    

Responsabilidad: cada persona tiene el derecho a poseer un ambiente sano, como lo establece la Constitución de la Nación Argentina, y se debe aspirar a conseguirlo. Pero eso no significa que uno puede esperar, ya que el mismo texto instituye la obligación de preservarlo.

Por lo tanto, no solamente tenemos el derecho, sino que somos igualmente responsables y estamos obligados a preservarlo, todos y cada uno de nosotros. La prevención, la progresividad, la precaución y la sustentabilidad son algunos de los principios del derecho ambiental más significantes a la hora de poner en marcha la protección y preservación del mismo.